Ahora, y ante esta disminución del comercio bilateral, los despachantes de aduana son parte de la cadena de servicios que se ve perjudicada por el efecto dominó que ocasionaron las trabas del gobierno argentino a las exportaciones desde Uruguay.
El presidente de la Asociación de Despachantes de Aduana del Uruguay (ADAU), Pedro Castro, dijo a El País que la consecuencia de esas medidas será una caída de la actividad este año de entre un 25% y 30%, lo que ya se comenzó a notar en los últimos meses producto de la caída de las ventas hacia Argentina.
Castro sostuvo que esta merma de la actividad repercute en los costos de las empresas. En tiempos normales, los escritorios de despachantes tienen armadas sus plantillas laborales tomando en cuenta la operativa de exportación e importación que deben cubrir, pero cuando cae la actividad hay una parte del personal afectado a determinados trabajos que queda con menos tareas para cumplir.
Por ese motivo, el descenso de la actividad comercial con Argentina podrá afectar la fuente laboral. «Las empresas grandes van a sentir más el impacto que las chicas y espero que se hayan preparado para eso», dijo Castro. Actualmente, hay 360 inscriptos como empresas despachantes de aduana en Uruguay y despachantes de aduana en Argentina, de las que unas 150 -entre grandes, medianas y chicas- ya enfrentan problemas, indicó Castro.
«Si los inconvenientes no se resuelven rápido o no hay al menos una proyección de solución, el panorama va a ser complicado», sostuvo el presidente de los despachantes de Aduana de Uruguay. «Es un problema que depende del gobierno; no lo puede solucionar nadie más. Nosotros solo podemos soportar, nada más que eso», añadió.
En la primera quincena de noviembre, las exportaciones hacia Argentina tuvieron una caída de 18%, en comparación con el mismo período del año pasado, según datos del Instituto Uruguay XXI. En el acumulado entre enero y octubre la baja fue de 4,09% frente a los 10 primeros meses de 2012. Si solo se compara octubre con igual mes del año pasado, el descenso de las colocaciones en el país vecino fue de 20,6%, según informó la Unión de Exportadores.
El deterioro del comercio con Argentina se acentuó el año pasado a raíz de una obligación impuesta a los importadores de presentar una declaración jurada anticipada (DJAI) para todas las compras que realicen en el exterior.
Esta documentación es inspeccionada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y principalmente por la secretaría de Comercio Interior, organismo que más promovió las restricciones a las importaciones.
La administración K cuenta con un plazo de 60 días para autorizar o negar la importación. Vencido ese plazo, si aún no hay una definición, el importador argentino debe volver a presentar la documentación requerida. Esto provocó que haya exportaciones uruguayas con atrasos de más de 180 días.
Los productos nacionales más perjudicados fueron las prendas de vestir, algunos artículos de plástico y los alimentos envasados.
Transbordos.
El gobierno argentino resolvió el 7 de noviembre que barcos de ese país no están autorizados a realizar tránsitos de mercadería en puertos uruguayos hasta nuevo aviso.
Una disposición de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de Argentina estableció que, dentro del ámbito geográfico de los países que integran el Mercosur, las cargas de exportación originadas en puertos argentinos «únicamente podrán ser transbordadas en otros puertos de jurisdicción nacional o en puestos de los Estados Parte del Mercosur y sus Estados asociados que mantengan acuerdos vigentes de transporte marítimo de cargas con la República Argentina». Esta decisión afectó directamente a Uruguay, que no tiene este tipo de acuerdos con el gobierno de Cristina Fernández.
Uruguay movía por año 200.000 contenedores, entre llenos y vacíos, vinculados a tránsitos desde Argentina. Operadores portuarios explicaron a El País que el verdadero efecto de la medida se sentirá el mes próximo, pese a que la prohibición fue a partir del 7 de este mes, ya que igualmente había varios transbordos que se pudieron realizar en los primeros días del mes.
«La prohibición de los transbordos fue un golpe fuerte», dijo Castro. «Si esto sigue así, va a haber barcos importantes que no van a venir a Uruguay y habrá que cargar la mercadería de otra manera y eso sumará otra complicación. Va a ser más difícil sacar carga desde Uruguay», expresó Castro.
Empresas que manejan cargas desde Montevideo plantearon incluso la posibilidad de direccionar su negocio de transbordos hacia otros puertos y manejar sus tránsitos desde Brasil para no perder clientes.
Argentina mantiene superávit
Mientras que el saldo de la balanza comercial de bienes de Uruguay mejora pero se mantiene con saldo negativo en octubre (ver nota aparte), Argentina ha ido logrando mejorar su superávit comercial con el mundo como resultado de las trabas a las importaciones. En octubre, ese superávit tuvo una mejora de 25% frente al mismo mes del año pasado. Las exportaciones de Argentina fueron por US$ 7.271 millones, frente a los US$ 6.561 millones en importaciones. En el acumulado de 2013, el saldo positivo fue de US$ 7.851 millones con ventas al exterior por US$ 70.750 millones.
FUENTE: El Pais
RUBEN A. REDAELLI
DESPACHANTE DE ADUANAS URUGUAY
