Veinticuatro horas después de que Gran Bretaña presionara a los países del Mercosur para que no sean «cómplices» del bloqueo económico a los habitantes de las islas Malvinas, tanto Uruguay como Chile, Brasil y Paraguay apoyaron la decisión adoptada por el bloque regionalde impedir el acceso a sus puertos de los barcos con bandera malvinense.
Por medio de las respectivas cancillerías, Uruguay, Brasil y Chile ratificaron el bloqueo de barcos con bandera de las Malvinas. Paraguay ya dio su palabra a la Casa Rosada de que en las próximas horas emitirá un comunicado en la misma línea.
La decisión del Mercosur de ratificar la cláusula aprobada el 20 de diciembre último en la cumbre de Montevideo llegó un día después de que el canciller británico, William Hague, informara al Parlamento de su país que tras «conversaciones fructíferas» con las autoridades brasileñas, chilenas y uruguayas éstas habían asegurado a Londres que no tenían intención de participar de un bloqueo a las islas Malvinas.
Sin embargo, LA NACION pudo saber que no resultó automática y nada fácil obtener la reacción de Chile, Brasil y Uruguay, ya que tuvo que intervenir el canciller Héctor Timerman en varias oportunidades para asegurarse el apoyo regional. Apenas se conocieron las expresiones de Gran Bretaña, en la Cancillería imperaron el temor y mucha confusión porque pensaban que todo lo acordado hace 20 días en Montevideo había claudicado. Así fue como Timerman llamó por teléfono a los cancilleres Luis Almagro (Uruguay), Antonio Patriota (Brasil) y Alfredo Moreno (Chile) para pedirles que aclararan las expresiones de Londres y ratificaran el bloqueo a los buques con bandera de las Malvinas. En el caso de Chile, por ejemplo, LA NACION pudo saber que Timerman habló tres veces en el mismo día con Moreno, a quien le pidió que le leyera el comunicado de apoyo a la Argentina que habían escrito y que horas después difundió. Algo similar ocurrió con los cancilleres de Brasil y de Uruguay. La oficina de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil expresó: «Continuamos cumpliendo el compromiso asumido por Brasil en la cumbre de la Unasur y entre los países miembros del Mercosur. La prohibición sigue vigente».
Timerman se preocupó de que el bloque del Mercosur desmintiera las declaraciones de Hague. «El ministro Patriota conversó por teléfono con el canciller Timerman y le resaltó que no hubo ningún cambio en la postura brasileña», apuntó ayer el Palacio de Itamaraty, en Brasilia.
En tanto, el canciller Almagro señaló que la posición de Uruguay sobre la reivindicación de la Argentina respecto de Malvinas «no ha cambiado en un ápice». Para que no quedaran dudas respecto de las gestiones que hizo Gran Bretaña con la diplomacia del Mercosur para evitar el bloqueo a las Malvinas, Almagro destacó: «De ninguna manera podemos aceptar buques con la bandera de Malvinas en nuestro puerto».
En el caso de Paraguay, Timerman llamó al ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Lara Castro, que se encontraba en Nicaragua, y le confirmó a Timerman su apoyo. Ayer, el embajador de Paraguay en Buenos Aires, Gabriel Enciso López, confirmó a LA NACION que su país ratificará lo acordado por el Mercosur.
En todos los casos quedó en claro que aquellos buques que tengan bandera de las Malvinas no podrán ingresar en puertos del Mercosur, pero si cambian la insignia por la bandera roja comercial de Gran Bretaña sí podrán amarrar.
La embajada de Gran Bretaña en Buenos Aires dijo a LA NACION que la posición de Londres de defensa de los habitantes de las Malvinas no cambiará y confirmó que hubo gestiones del ministro Hague en Chile, Brasil y Uruguay.