La refinería de La Teja dejó de operar por tres meses a partir de ayer para realizarle tareas de mantenimiento, por lo que Ancap deberá importar combustibles refinados durante ese período, informó a El País el vicepresidente de la petrolera estatal, Germán Riet.
El funcionario reconoció que con este contexto y un promedio del barril de crudo Brent por encima de la referencia de Ancap de US$ 105 «será muy difícil que se puedan corregir a la baja los precios de los combustibles el próximo mes».
Riet informó que el promedio de agosto estaba hasta esta semana en US$ 109. «Los productos importados salen más que el petróleo. Por tanto, en este momento, es imposible bajar las tarifas de los combustibles», confirmó.
Según el último informe de precios de paridad de importación de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua, importar naftas (dependiendo del tipo) sale entre $ 1,80 y $ 3,86 más caro por litro que refinarlas. Solo el gasoil es $ 3,96 más barato importarlo que refinarlo, producto del diferencial de precios que se estableció con las naftas para desalentar su uso.
Ancap ya está manejando precios con algunos proveedores del exterior para suplir el faltante natural que tendrá de derivados de petróleo esos tres meses que le insumirá el mantenimiento de la refinería. En total, teniendo en cuenta las proyecciones de venta de combustible en el mercado interno y la demanda que tendría UTE, Ancap deberá importar combustibles por unos US$ 500 millones. En julio, El Tribunal de Cuentas (TCR) le había observado a Ancap la solicitud de dos créditos con dos bancos del exterior por un monto de US$ 150,5 millones, por realizar una adjudicación directa y no fundamentar la excepción de prescindir del procedimiento de licitación pública.
El ente fundamentó la decisión de tramitar estos dos préstamos por «la situación financiera de Ancap» producto de las «importantes inversiones» que debe afrontar por la suba del petróleo y la realización de un paro programado de la refinería de La Teja. Por ese motivo, el directorio de Ancap aprobó el financiamiento por un año con el banco Bladex S.A. por US$ 80 millones y con el HSBC Panamá por US$ 70,5 millones, con un costo financiero de US$ 2,5 millones y US$ 2,2 millones, respectivamente.
Además del mantenimiento que se hará durante la paralización, Ancap conectará la primera etapa de la planta desulfurizadora que se inició en 2009 y tuvo un costo total de US$ 320 millones. En marzo de 2012 habrá otro paro programado para culminar con la incorporación de esta tecnología que permitirá reducir el contenido de azufre en los combustibles.
Ruben A. Redaelli
Despachantes de Aduana en Uruguay
Fuente: www.elpais.com.uy
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